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El Bag-in-Box®, optimiza la vida útil del vino

En la exportación española, la utilización del Bag-in-Box® ha calado plenamente en los productores, envasadores y distribuidores. Cada vez más vinos y de mayor calidad se envasan en modernas y eficaces instalaciones de Bag-in-Box®. Es una solución de alta calidad que combina una bolsa y una caja que permite conservar el vino con todas sus propiedades gracias a su óptimo envasado, impidiendo que la luz o el aire alteren el producto hasta su completo consumo.

Hablamos de un embalaje de calidad, medioambientalmente más sostenible que otras opciones, como veremos más adelante; que conserva las propiedades del producto durante un largo periodo de tiempo una vez abierto hasta su completo consumo. A todo esto debemos sumarle que es seguro, versátil, cómodo, práctico y por si no fuera suficiente, también nos permite ahorros considerables en los costes de envasado y distribución. Aunque países como los escandinavos, Portugal o Francia estén por delante del nuestro en el consumo con esta solución, el Bag-in-Box® se percibe ya en el mercado español como una alternativa para el vino del siglo XXI, una solución rentable y eficaz que cumple plenamente con las nuevas normativas medioambientales, a la vez que satisface las necesidades específicas de los productores y consumidores más exigentes.

Concepto innovador en constante evolución

Las singulares características del Bag-in-Box® son la consecuencia de años de investigación y desarrollo en las que Smurfit Kappa ha tenido un papel protagonista. El origen del producto surge a mediados del siglo pasado en América y su perfeccionamiento ha sido el resultado de la inversión de grandes empresas que lo han ido perfeccionando progresivamente hasta los actuales envases. Los films de las bolsas, los grifos, las asas, el embalaje de cartón y los sistemas de llenado van evolucionando hasta dar como resultado un sistema de envasado innovador de máxima seguridad, con alto rendimiento y optimización de costes.

La bolsa y la caja se encargan de proteger al vino del aire y de la luz respectivamente, guardando de esta manera sus características organolépticas hasta su consumo. La penetración del aire debe ser nula durante el llenado de la bolsa, el trasiego del Bag-in-Box® y, gracias al grifo Vitop y a la retracción del film de la bolsa bajo el efecto de gravedad durante la dispensación del vino, este no toma contacto con el aire en ningún momento hasta su completo consumo.

La bolsa se fabrica en diferentes tamaños desde 1,5 litros, hasta 20 litros, y en grandes volúmenes hasta 1.000 litros. Puede ser de multitud de formas adaptándose a las distintas cajas pero siempre con los ángulos redondeados llamados Safe Curve.

Fiel a su carácter innovador, Smurfit Kappa Bag-in-Box® es pionero ofreciendo este tipo de soldadura Safe Curve en sus bolsas. Además de las soldaduras longitudinales y transversales, las bolsas disponen de ocho soldaduras curvas en los cuatro ángulos, dos en cada una de las esquinas, que ayudan a proteger el producto envasado. Este nuevo sistema de protección es posible gracias a la instalación de nuevas herramientas en las líneas de producción de las plantas de Ibi (Alicante, España) y Epernay (Francia).

Esta nueva soldadura mejora el proceso de llenado y aporta una protección adicional durante el encajado de la bolsa una vez llena, así como una reducción en el riesgo de abrasión cuando las condiciones de llenado no están optimizadas. Además se consigue reducir al máximo el riesgo de contacto con la cola adhesiva y de pinzamiento al plegarse las solapas de la caja.

En cuanto al grifo Vitop Original®,es el líder absoluto en los mercados de vino en Bag-in-Box®. La simbiosis entre el Vitop Original® y la bolsa de Smurfit Kappa está asegurada, ya que la empresa Vitop Moulding pertenece al grupo Smurfit Kappa. Como consecuencia de esta circunstancia, en las nuevas instalaciones de la planta que Smurfit Kappa ha inaugurado recientemente en Ibi, ha integrado la fabricación de los grifos. El éxito del tapón Vitop Original® se debe, en parte, a que es muy fácil de usar (una simple presión en una o ambas alas del grifo, es suficiente para hacer que el líquido fluya de forma limpia y homogénea).

Sin embargo, la razón principal que hace que el Vitop ocupe el liderazgo en el mercado es su excepcional y consistente calidad, reconocida entre envasadores y consumidores. Un dato significativo es su casi nula tasa de goteo de 1 afectado por cada 45 millones producidos, desde su lanzamiento. Durante el proceso de producción se aplica a todos y cada uno de los grifos una prueba de sobrepresión de 0,4 bares para verificar su hermeticidad y se comprueban periódicamente más de 60 puntos de calidad. Algunas mediciones adicionales también confirman un excelente rendimiento de barrera al oxígeno.

El embalaje de cartón culmina el Bag-in-Box®, es lo que lo hace atractivo para el consumidor ya que el cartón va impreso en alta calidad offset, flexo o numérica. Puede llevar impresiones en relieve, con hoja de oro, recubrimiento UV, texturas especiales y puede tener formas originales y personalizas (Bag-in-Tube®, Intuitive Bag-in-Box®). El embalaje protege al producto de cualquier deterioro y de la luz y, por otro lado, le da la posibilidad de mostrar una imagen del producto o de la marca que la superficie de otros embalajes no puede ofrecer.

El Bag-in-Box® optimiza la vida útil del vino

El envasado en Bag-in-Box® (BIB) permite optimizar la vida útil del vino, minimizando la variación de las propiedades del producto durante su consumo. La conservación de un vino en BIB comparte características comunes con otros tipos de envases antes de comenzar su utilización, pero otras son específicas una vez empezado. Desde un punto de vista general, es posible alargar la vida útil del vino en BIB incidiendo en la evolución del contenido de SO2, del pH, de la cantidad de oxígeno aportada en los procesos de preparación y envasado, el plazo objetivo de conservación, los riesgos microbiológicos, etc. También influye una filtración final adecuada y la esterilidad de la línea de llenado, así como minimizar el aporte total de oxígeno en el embalaje después del llenado.

Otro aspecto importante es la elección de una bolsa (film+grifo) de baja permeabilidad al oxígeno, así como evitar el deterioro y los posibles daños en el film de barrera tras el llenado. Las bolsas para Bag-in-Box® se deben examinar periódicamente después de haber pasado por la cadena de suministro hasta el punto de venta, porque un agrietamiento excesivo perjudica la barrera al oxígeno. Por ejemplo, un espacio excesivo entre la parte superior de la caja y la bolsa llena es una posible fuente de flexcracking o agrietamiento, al producirse movimientos excesivos de la bolsa durante el transporte a destino. Desde los laboratorios de Smurfit Kappa se trabaja codo con codo con el cliente para que esto no sea una preocupación para este.

Asimismo, es importante disminuir las temperaturas de almacenamiento porque almacenar el vino con altas temperaturas es muy perjudicial para el producto y esto también sucede en BIB. Estudios del INRA (Institut National de la Recherche Agronomique) de Francia constatan que un incremento en la temperatura de 10°C (20°C a 30°C) reduce la vida útil del vino en Bag-in-Box® a la mitad, debido al aumento de la velocidad de las reacciones químicas en el propio vino. Las temperaturas de transporte y almacenado deben mantenerse aproximadamente por debajo de 25°C.

Sin embargo, siempre es posible compensar una limitación en un parámetro, mejorando en otro. Un ejemplo son los vinos orgánicos, en los que el productor está muy limitado en el uso de SO2. En este caso, para llegar al mismo plazo de vida útil, es necesario reducir el oxígeno total aportado en todas las fases del proceso.

La responsabilidad de aumentar la vida útil del vino reside en la cadena de suministro: desde el proveedor del envase y maquinaria de llenado, pasando por el envasador, hasta los centros de distribución y almacenaje. Para que todo sea óptimo, es fundamental que la información fluya y sea clara y precisa para poder controlar los puntos críticos a lo largo de todo el proceso, con la implementación de sistemas de medición que indiquen la adecuación a los requerimientos, ya que sin medidas y datos fiables es imposible saber y corregir los causas que puedan acortar la vida útil del vino.

El formato de Bag-in-Box® correctamente envasado, permite a los suministradores garantizar una prolongación media de la vida útil del producto de 6 a 8 semanas una vez abierto, sin riesgo de que las propiedades organolépticas se alteren sensiblemente, por eso el consumidor particular lo prefiere en aquellos casos en los que el consumo es habitual e incluso ocasional. Al ser fácil de almacenar, transportar y abrir resulta perfecto para un consumo en entornos caseros, abiertos, en el campo, etc. En el caso de la industria hostelera, como el vino queda protegido de la oxidación, se conecta fácilmente a los sistemas de dispensación. Y, por supuesto, sus características lo hacen perfecto para las estanterías de las tiendas, su reposición en los estantes es fácil y rápida y no se rompe. Además, es una plataforma perfecta para transmitir marca y atraer clientes.

Huella de carbono cinco veces menor a la de otros envases

Bag-in-Box® es una solución de embalaje respetuosa con el medio ambiente que presenta una reducida huella de carbono. El Bag-in-Box® es ligero, está fabricado con materiales reciclables y presenta una reducida huella de carbono en comparación con otros embalajes. Estudios de impacto medioambiental y ciclo de vida de las soluciones de embalaje de vino, realizados a finales de 2010 en los países nórdicos con la participación entre otros de Smurfit Kappa y Bio Intelligence for Systembolaget y Vinmonopolet, concluyen con un excelente posicionamiento medioambiental del Bag-in-Box®. El informe parte del análisis de cuatro envases distintos: botellas PET, botellas de vidrio, envases de cartón y Bag-in-Box®, y concluye que un envase BIB de 3 litros de capacidad tiene una huella de carbono 5 veces menor que una botella de cristal de 75 cl.

Kg CO2 eq/unidad. Unidad: 1.000 litros de vino consumido en Noruega. Fuente: Nordic Report. Agosto 2010.

El bajo impacto ambiental de este embalaje se debe principalmente a su composición. Un Bag-in-Box® de 3 litros pesa 179 gramos de los que 144 gramos (80% del envase) son cartón, un material natural, reciclado y reciclable, y 35 gramos (20% del envase) es plástico, la bolsa y el tapón. A esto se une la óptima gestión de los residuos, ya que el cartón se puede reciclar y volver a la vida como una nueva caja para BIB y el plástico puede valorizarse incinerándose y recuperando parte de la energía empleada en el proceso.

Pouch-Up®, otro más en la familia

Otra alternativa de embalaje que está desarrollando Smurfit Kappa con alta penetración en los mercados del vino son las bolsas Pouch-Up®, fabricadas con materiales que poseen excelentes propiedades barrera frente al oxígeno para conservar el vino. El líquido se sirve a través del grifo Vitop. El Pouch-Up® es un envase muy resistente a la vez que extremadamente ligero y se mantiene en pie solo por su estructura de fuelle simple en la base, o doble en la base y en la parte superior. Se puede imprimir en alta calidad con colores y gráficos para atraer la atención del consumidor en el punto de venta. Ofrecen máxima comodidad al consumidor, ya que son fáciles de transportar, almacenar, utilizar y desechar.

Smurfit Kappa ofrece también un Pouch-Up® de 3 litros con un diseño genérico para el mercado del vino. Esto permite que empresas de cualquier tamaño puedan probar este nuevo envase en pequeñas cantidades, sin necesidad de desarrollar un diseño. El doble refuerzo de la parte superior y de la inferior proporciona una forma más cilíndrica, mientras que el atractivo diseño aporta una mezcla de tradición y modernidad, adaptándose así a cualquier tipo de vino.  Este producto cuenta con el Vitop Original® que permite el llenado fácilmente, utilizando cualquier tipo de máquina automática o semiautomática de Bag-in-Box®, sin necesidad de realizar ningún ajuste. Las nuevas y modernas estructuras con películas de aluminio cuádruple permiten una alta resistencia mecánica y constituye una excelente barrera al oxígeno, garantizando una perfecta calidad y una mayor conservación del vino.  Por tanto, el Pouch-Up® responde de manera eficaz a las crecientes necesidades de los consumidores de hoy en día: es un envase ligero, irrompible y fácil de usar. El grifo Vitop Original® que se encuentra en la parte exterior del Pouch-Up® permite servir el vino con facilidad.

Práctico, económico, moderno y ecológico 

En resumen, el sistema Bag-in-Box® es un embalaje medioambientalmente sostenible, de uso único, concebido para prolongar la vida útil del vino una vez empezado el envase, con un grifo hermético que facilita su perfecto y cómodo vaciado, con una total higiene alimentaria, óptima ergonomía de utilización por el consumidor final y una fácil conexión con máquinas dispensadoras. Además, su caja de cartón es un soporte extraordinario para la promoción del vino y la marca, para dar toda la información del producto al consumidor y para personalizar y diferenciar el envase según requerimiento del envasador, añadiendo comunicación al consumidor.

Smurfit Kappa

Líder mundial en la producción de envases de papel y cartón, cuenta con una división exclusiva de Bag-in-Box®. Smurfit Kappa Bag-in-Box® ofrece soluciones de envases flexibles para productos líquidos y semi-líquidos en los sectores agro-alimentarios e industriales, compatibilizando las limitaciones de costes con la aplicación de la nueva legislación medioambiental.

Con sus 7 factorías alrededor del mundo, Smurfit Kappa Bag-in-Box® es el líder europeo en soluciones con este envase y su Vitop Original® es número uno mundial de los grifos para vino. Smurfit Kappa Ibi es una de estas 7 factorías, propiedad 100% del grupo Smurfit Kappa. Gracias a su completa integración, la principal ventaja que Smurfit Kappa puede ofrecerle a cualquier cliente es la de una solución integral al envasado en Bag-in-Box® de su producto. Desde la fabricación e instalación de la línea de envasado, pasando por un asesoramiento técnico por profesionales, hasta el suministro de todos los componentes necesarios tales como grifos, cajas, cartón, asas, conectores, y por supuesto las bolsas. Esta es una ventaja a la hora de iniciarse en el mundo del Bag-in-Box® ya que el cliente puede tener el soporte necesario ante cualquier incertidumbre a la hora de desarrollar una nueva línea de producto o a la hora de consolidar una línea ya creada.

España, un mercado en crecimiento

En España, hay una creciente demanda del mercado. Pese a las reticencias iniciales de algunos bodegueros de España e Italia, generadas en parte por el temor a que el consumidor desconfiara de la calidad de un envase que exteriormente se asemeja al que se utilizaba para vinos básicos, sangrías o tintos de verano; hoy en día el Bag-in-Box® es reconocido por una gran mayoría de bodegueros y envasadores como una alternativa de calidad, sostenible y segura, logrando prestigiar la imagen y cambiando progresivamente su apreciación del producto.

En España el consumidor comienza a entender que unos recipientes herméticos realizados con cartón y con un pequeño grifo pueden ser la solución más adecuada para guardar, dispensar y consumir el vino de forma óptima y en perfectas condiciones. Y por otro lado para el productor, el envase cubre todas las necesidades, garantizando seguridad para el contenido y un gran ahorro en los costes de envasado y transporte.

Un uso consolidado en el norte de Europa

La moda, que ha venido para quedarse, nos llegó desde el norte de Europa. Primero fueron los suecos, noruegos y daneses, más adelante franceses; y en estos momentos cada vez más británicos. Ahora Italia y España se suman a la innovación y adoptan también el Bag-in-Box® casi como un estilo de vida. Aproximadamente, más de un 50% del vino que se comercializa en Noruega, Suecia o Australia ya es envasado en Bag-in-Box®. Unas cifras superiores a las de Francia o Portugal con casi un 30%, y también superiores a las de Dinamarca o Estados Unidos con un 20%, y al 10% de Rusia o Reino Unido. En Italia o España la cifra todavía no supera el 3% lo cual deja muestra de las posibilidades de crecimiento que el mercado del Bag-in-Box® puede ofrecer a los productores de vino. Estos datos reflejan que este innovador envase tiene por tanto un enorme recorrido para los próximos años, sobre todo en el área mediterránea y su progresiva penetración en el mercado es ya del todo indiscutible e irreversible. Las razones técnicas son evidentes y dan respuesta a las necesidades de los envasadores, distribuidores y consumidores.

Penetración del BIB en diferentes mercados

Penetración del BIB en diferentes mercados.

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