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Alcachofa: efecto, beneficios y propiedades

La alcachofera, alcachofa o alcaucil (Cynara scolymus) pertenece a la familia de las compuestas y es originaria del Mediterráneo oriental y del África septentrional. Es una planta perenne y vivaz, en su primer año produce una roseta de grandes hojas y en el segundo año sale un tallo del centro de la roseta de hojas(1). Florece en primavera y se cosecha a finales de verano, las flores son tubulares, de color morado y se agrupan en grandes cabezuelas recogidas en gruesas escamas exteriores(2).

La alcachofa ya era utilizada como medicina y alimento por los antiguos egipcios, griegos y romanos(3). Dioscórides (40-90 dC) fue el primero en escribir sobre el cultivo de la alcachofa y gracias al naturalista Plinio el Viejo (23-79 dC) se sabe que tanto los griegos como los romanos conocían esta preciada planta(4).

Los primeros cultivos a partir de la variedad silvestre se realizaron en Italia a mediados del siglo SXV y posteriormente la alcachofa fue introducida en Francia por Catalina de Médicis(3-4). En España las alcachofas fueron introducidas en el siglo XI por los árabes, que trajeron pequeñas alcachofas desde Marruecos a las que llamaban Al Kharshuf y de ahí deriva el nombre de alcachofa(4). El cultivo de la alcachofa está muy extendido en los países mediterráneos y en la actualidad, el principal productor de alcachofa es Italia seguido de España.

La alcachofa es un alimento delicioso y nutritivo que se puede consumir crudo, hervido, asado… Lo que comemos de la alcachofa son el receptáculo floral y la base de sus brácteas (hojas que se producen en las proximidades florales). La parte de la planta utilizada en fitoterapia y que contiene los principios medicinales son las hojas que no se utilizan en alimentación(5).

Propiedades

Principales indicaciones:

  • Colesterol
  • Digestivo
  • Protector del hígado (hepatoprotector) y colerético

Las hojas de la alcachofa contienen ácidos fenólicos: ácidos cafeilquínicos como el ácido clorogénico, los ácidos cafeicos y la cinarina. También contienen flavonoides (luteolin-7-β-D-glucósido, luteolin-4-β-D-glucósido y luteolin-7-β-rutinósido), lactonas sesquiterpénicas, ácidos orgánicos, mucílagos, aceite esencial, fitoesteroles (sitosterol, taraxasterol, estigmasterol), sales potásicas y magnésicas, alcoholes triterpénicos y vitaminas (A, B2 y C)(6-7). Los principales compuestos activos de las hojas de alcachofa son los ácidos fenólicos y los flavonoides(7).

Las hojas de alcachofa se han utilizado en los países mediterráneos durante siglos para disminuir la glucosa, los lípidos y el colesterol, como antiinflamatorio, antimicrobiano, hepatoprotector y colerético (aumenta la secreción de bilis y la fluidifica)(7). La Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprueba el uso tradicional de las hojas de alcachofa para el alivio de trastornos digestivos como la dispepsia*, sensación de plenitud, hinchazón y flatulencia(8).

Se han realizado numerosos estudios in vivo e in vitro para estudiar las aplicaciones de los extractos de hoja de alcachofa(7). Muchos de estos estudios se han centrado en el uso de la alcachofa para tratar problemas de hígado, para la disminución de lípidos y la secreción de bilis por el hígado(9).

Las propiedades digestivas de las hojas de alcachofa han sido demostradas en diferentes estudios. Un ensayo doble ciego, aleatorizado y controlado (RCT) en el que se administró un extracto de hojas de alcachofa a pacientes que sufrían dispepsia funcional concluyó que aquellos que consumieron el extracto presentaban una mejoría de los síntomas frente aquellos pacientes tratados con placebo(10).

Finalmente, en relación a su uso como hipolipemiante, el extracto de hojas de alcachofa ayuda a disminuir el colesterol mediante dos mecanismos: por una parte incrementa su eliminación y por otra bloquea su producción, ya que disminuye la actividad de la enzima HMG-CoA reductasa, una enzima involucrada en el metabolismo del colesterol. Además, la cinarinaaumenta la solubilidad de los depósitos ateromatosos favoreciendo su eliminación(9).

* Dispepsia: conjunto de molestias abdominales persistentes o recurrentes, localizadas en el hemiabdomen superior o el epigastrio, que a menudo están relacionadas con los alimentos y que comprenden dolor o malestar epigástrico, distensión, eructación, flatulencia, sensación de plenitud, saciedad precoz y náuseas(11).

Contraindicaciones y efectos secundarios

Está contraindicado el consumo de alcachofa en casos de obstrucción de los conductos biliares, colangitis (inflamación de los conductos biliares), cálculos biliares y otras afecciones biliares así como en caso de hepatitis, excepto bajo supervisión médica(6,8).

También está contraindicada en casos de alergia a la alcachofera u otras compuestas(6).

Se desaconseja para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. El uso en niños y menores de 18 años no está recomendado. No exceder la dosis diaria recomendada.

Alcachofa: dosis y posología

La dosis de alcachofa dependerá de si es un extracto, polvo de hoja de alcachofa u hojas secas de alcachofa para infusión(8):

  • Infusión: 1.5 g de hojas secas de alcachofa en 150 ml de agua hirviendo (4 veces al día) o 3 g de hojas secas en 150 ml de agua hirviendo (1-2 veces al día).
  • Extracto seco concentrado de hojas de alcachofa: 600-1320 mg.

En caso de tratamiento médico, consulte con su terapeuta.

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