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Uso de calefactores en agricultura

Las bajas temperaturas y las heladas que han azotado recientemente a varias regiones a nivel mundial han hecho que muchos cultivos se vean afectados, ya que muchas especies son más propensas a sufrir daños, pues con el frío merma su actividad fisiológica, como la fotosíntesis, la respiración, la transpiración y la absorción de agua pueden disminuir e intervenir con su desarrollo.

Por ello, se han implementado varias herramientas, como los calefactores, que permiten nivelar la temperatura dentro de la producción, se pueden utilizar tanto en invernadero como a campo abierto.

Los calefactores ayudan a tener una mejor distribución del calor alrededor de todas las plantas, estos instrumentos se caracterizan por proporcionar flujos de aire caliente de forma constante y continua a través de un radiador capaz de generar una fuente de calor que puede transmitir este aire a distintas partes del lugar donde se encuentre.

Asimismo, estos elementos están diseñados para generar un equilibrio térmico en los cultivos, por lo tanto se recomienda utilizarlos en lugares con climas variables, ya que estos permiten mitigar los cambios bruscos de temperatura y evitar que la producción se dañe y las plantas mueran.

Es importante mencionar que el calor que emiten los calefactores permite satisfacer las diferentes necesidades de las plantas, ya que tienen la capacidad de generar un clima agradable y un ambiente más confortable.

Asimismo, ayudan a generar una temperatura óptima para las plantas, por esta razón son considerados como mecanismos de regulación que se pueden aprovechar en distintas épocas del año dependiendo de la región.

Cabe destacar que a pesar de que su estructura no es compleja, los calefactores cuentan con cierto nivel de dificultad para su manipulación, la cual depende de la composición de cada tipo de calefactor.

Existen diferentes tipos de calefactores diseñados para cumplir tareas específicas, los cuales se diferencian entre sí por su tamaño, forma y tipo de combustible; los hay de gas LP y de diésel, los cuales pueden operar en diferentes condiciones, con distintas temperaturas y en cualquier lugar.

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