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La importancia de los alimentos procesados

Cuando se escucha el término “alimentos procesados” se piensa en comida de bajo valor nutricional, pero en realidad casi todos los alimentos pasan por algún proceso antes de ser consumidos; proceso que data de muchos siglos atrás porque siempre se ha tenido la necesidad de conservar los alimentos, hacerlos más sabrosos o fáciles de comer.

Estos procesos son la cocción, la fermentación, el secado y la conservación con sales; que  permitieron que los humanos pudieran sobrevivir desde la prehistoria; pero a medida que la población ha ido creciendo y demandando más alimentos, los sistemas de producción y consumo se han hecho más complejos, hoy en día existen alimentos inocuos, sabrosos, nutritivos, abundantes, diversos, apropiados a las diversas necesidades de los consumidores.

Ahora es posible brindar a la población alimento fuera de temporada, gracias a que estos procesos pueden mantenerlos por más tiempo y sin perder su calidad nutritiva. Pero también han desarrollado alimentos para necesidades específicas, como son los productos libres de gluten, libres de lactosa, con menos azúcar, sal, etc.

Sin embargo, hay una percepción negativa sobre los alimentos procesados porque se ha corrido el rumor de que están hechos con cierto tipo de aditivos y con ciertos ingredientes dañinos al organismo, pero todos ellos cuentan con el permiso de organismos reguladores, además se revisa permanentemente toda la información científica que se genera en el mundo sobre los ingredientes y los aditivos alimentarios.

Otro factor que ha contribuido a la percepción negativa sobre los alimentos procesados se relaciona con el incremento en la prevalencia de obesidad en los países industrializados y en aquellos en desarrollo, argumentando que la ciencia y la tecnología de los alimentos se han aplicado de manera incorrecta, de tal manera que hoy se tienen malos hábitos alimenticios.

Pero hay que señalar que estos factores están relacionados con el estilo de vida de cada persona, en su decisión de qué y cuánto comer para preservar la salud; pues a estos alimentos se les han atribuido enfermedades crónicas como obesidad, diabetes y las cardiovasculares.

Aunque hay que reconocer que cada vez es más difícil adoptar una dieta exclusiva de alimentos frescos o sin procesar porque la mayoría de las necesidades de alimentación y nutrición se cubren con alimentos procesados que se ajustan a las necesidades de comodidad requeridas por la vida moderna.

Hoy en día es más fácil almacenar comida que ir diariamente al mercado a comprarla fresca; se debe buscar un equilibrio para poder combinar productos procesados y frescos para llevar una alimentación variada y nutritiva.

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