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Café, ajo y romero combaten bacterias en alimentos

Con la finalidad de encontrar extractos naturales que inhiban el desarrollo de bacterias patógenas en alimentos y que causan enfermedades gastrointestinales, como la salmonela, una científica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) utiliza el café, el ajo y el romero, entre otras 34 plantas medicinales poblanas para lograr el propósito.

De entre estas plantas destacaron por su efectividad el ajo, el romero y el café, antagonistas de los agentes patógenos, que desde 2017 efectúan análisis de distintas bacterias no patógenas que inhiban el desarrollo de las que sí tienen esta característica.

Asegura que no son antibióticos como tales porque tienen otras características, primero realizaron una investigación documental y después trabajaron con plantas de la región de fácil acceso para la comunidad.

La investigación está en sus primeras etapas y ya tienen detectado qué extractos tienen la capacidad de inhibir bacterias patógenas; sin embargo, debido a que las características de cada uno son totalmente distintas, aún trabajan para analizar la composición de cada sustancia.

Mencionó que aunque ya tienen algunas pruebas de inhibición han visto qué patógeno es inhibido por cada planta, dice que falta examinar si se potencia el efecto con más de un extracto, porque a veces ocurre que al combinarlos se disminuye o pierde el efecto.

El proceso consistió en obtener los extractos de las mezclas de plantas con alcohol y posteriormente se retiró para dejar solo el extracto disuelto en agua.

Del tipo de plantas, se utilizó ejemplares secos, frescos y seccionados, aunque se detectó que dan mejores resultados los primeros. Iniciaron con plantas de la familia amilácea, como orégano, tomillo y también café.

Dijo que una vez obtenido el extracto, se prueban utilizando distintas técnicas de inhibición y antagonismo del crecimiento bacteriano para determinar la sensibilidad de un agente microbiano frente a un “antibiótico” como uno de los extractos.

Mencionó que sembraron en una placa de medio selectivo la bacteria y varios discos impregnados de los extractos que se ponen en las plantas, lo que ocurrió fue que alrededor del disco que causa efecto inhibitorio no creció la bacteria, señaló la investigadora.

Agregó que luego de realizar la prueba “in vitro”, después la realizan “in vivo”, es decir, toman animales de prueba para causarles infecciones leves y posteriormente usan diferentes dosis de extractos para ver el efecto, pero añade que primero trabajarán en el análisis de la composición para no inocularle a un animal algo tóxico.

Expone que los extractos podrían utilizarse como tratamiento complementario a los fármacos o antibióticos, para que se administren en menor concentración, además de que no inducen resistencia en las bacterias, como sucede con antibióticos comerciales.

La científica apunta que también desarrollan otra línea de investigación para utilizar bacterias que eliminen residuos tóxicos que se encuentran en el mar “queremos identificar bacterias que pueden eliminar estos compuestos contaminantes, como el petróleo”, recalcó.

A la fecha ya realizaron pruebas que les arrojaron como resultado la inhibición de compuestos tóxicos en un 50 por ciento, pero hay otras bacterias que funcionan en menor porcentaje, como las del género Pseudomonas.

Dijo que ya presentaron los resultados preliminares en un congreso mundial de microbiología, donde llamaron mucho la atención sus investigaciones y explica que ya tienen una tesista que trabaja en la continuación de la investigación. (Tierra Fértil).

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