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Usos de hongo proveniente de desperdicio alimentario

El término biológico Fungi agrupa a organismos de tipo eucariota, como los hongos, las levaduras y los mohos, a los cuales se les han asignado propiedades beneficiosas, pues han sido utilizados para absorber derrames de petróleo, ayudar al sistema inmunológico o reducir el colesterol, entre otras hazañas ambientales y médicas.

Por ello, un grupo de investigadores ecuatorianos realizaron estudios con la finalidad de abordar los problemas del cambio climático; pues según la Agencia de Protección Ambiental señala que los desechos orgánicos constituyen más de la mitad de los desechos sólidos que liberan emisiones dañinas de metano y dióxido de carbono a medida que se asientan y se descomponen.

La investigación se centró en reciclar los desechos para aliviar el problema, creando tecnología que permite hacer uso efectivo de hongos de desechos orgánicos al lograr extraer lípidos de estos hongos, dando lugar a una sustancia similar al aceite de palma.

Por lo que esta investigación permitirá crear una alternativa para sustituir al aceite de palma, el cual produce un problema ecológico por la enorme cantidad de espacio que utiliza, la tierra total dedicada a la agricultura de la palma se disparó entre 1990 y 2012, de 6 a 17 millones de hectáreas en todo el mundo.

Y es que el aceite de palma es uno de los productos más versátiles en el mercado, que se encuentra en todo, desde margarina y helado hasta cosméticos y ciertas telas. Un estudio realizado por Eden Tree, grupo de inversión ecológica, descubrió que el aceite de palma se encuentra en más del 50 por ciento de los productos alimenticios y no alimenticios en las principales tiendas de comestibles.

En muchos casos, el cultivo industrial de palmeras de aceite ha llevado a la deforestación y la degradación del hábitat de la selva tropical. Esto ha sido particularmente grave en Indonesia, donde millones de hectáreas de bosques tropicales, incluido el bosque de turba, que almacena más carbono por hectárea que cualquier otro ecosistema en el mundo, se han convertido en plantaciones de palma aceitera.

Según el Banco Mundial, se espera que la demanda de palma se duplique para el 2050, ya que las economías emergentes consumen cada vez más alimentos procesados, en los que el aceite de palma es un ingrediente principal.

La producción de aceite a partir de hongos ocupa mucho menos espacio, ya que todo el trabajo se realiza en el laboratorio. Su producción tiene varias etapas, desde la fermentación de los desechos orgánicos en los que crecen los hongos, hasta la recolección de los microorganismos finales (hongos) y la extracción de lípidos (el aceite) de sus células.

Otro beneficio de este proceso es su mínimo tiempo de retención, toda la operación de principio a fin lleva sólo de dos a cuatro días, lo que significa que, en las condiciones adecuadas, se podría producir a tasas muy altas, el problema será almacenar las reservas.

Compañías que usan aceite de palma en sus productos dijeron que quieren sacar el aceite de palma de su cadena de producción debido a las relaciones públicas negativas que la industria acumuló a lo largo de los años.

Esta no es la primera vez que los científicos afirman haber encontrado una alternativa al aceite de palma; los investigadores también han analizado algas y levaduras, pero no han podido producir a escalas lo suficientemente grandes como para competir con el aceite de palma.

 

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