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Dieta para la Gran Transformación Alimentaria en 2050

De acuerdo con un reporte  realizado por EAT, entidad sin fines de lucro con sede en Estocolmo que busca mejorar el sistema de alimentación y transformar la dieta del mundo, recomienda una dieta compuesta por alimentos de origen vegetal, con argumentos sustentados en estudios publicados anteriormente que han relacionado la carne roja con un mayor riesgo de problemas de salud.

Este panel de expertos en nutrición, agricultura y medio ambiente señaló que se debe consumir una hamburguesa a la semana nada más; eso es todo lo que la gente debería comer por el bien de su salud y del planeta, así como menos de cuatro huevos a la semana y una porción o menos de lácteos al día, de acuerdo con el reporte.

Otros estudios recientes han demostrado cómo los hábitos alimenticios afectan al medio ambiente. La producción de carne roja ocupa tierra y alimentos para criar al ganado, el cual emite metano, un gas de efecto invernadero.

John Ioannidis, presidente de prevención de enfermedades en la Universidad de Stanford, dijo que celebraba la creciente atención hacia cómo las dietas afectan al medio ambiente, pero que las recomendaciones del reporte no reflejaban el nivel de incertidumbres científicas sobre la nutrición y la salud. «La evidencia no es tan fuerte como parece», comentó.

El panel de expertos que escribió el informe dijo que se necesita urgentemente una «gran transformación alimentaria» para 2050 y que la dieta ideal que esbozaron es lo suficientemente flexible para adaptarse a las culturas alimentarias de todo el mundo.

En general, la dieta se enfoca en granos integrales, frijoles, frutas y la mayoría de las verduras. Señala que se debe limitar el azúcar añadido, los granos refinados como el arroz blanco, y el almidón y fécula como las papas y la yuca. Agrega que el consumo promedio de carne roja debe reducirse a la mitad en todo el mundo, aunque los cambios necesarios varían según la región y las reducciones necesitarían ser más drásticas en los países más ricos, como Estados Unidos.

Sin embargo, convencer a la gente para que limite su consumo de carne, queso y huevos no será fácil, sobre todo en lugares donde esos alimentos son parte de la cultura.

En Sao Paulo, el analista de sistemas Cleberson Bernardes dijo mientras salía de un restaurante que comer solo una porción de carne roja a la semana sería «ridículo». Mientras que, en Berlín, el artesano Erik Langguth señaló que hay mejores formas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y rechazó la sugerencia de que el mundo reduzca su consumo de carne.

«Si no tiene carne, no es una comida adecuada», dijo Langguth, que es originario de una región conocida por sus salchichas bratwurst. (The Lancet)

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