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El nitrógeno en el campo

El nitrógeno en la producción agrícola es el elemento de mayor relevancia. Según estudios recientes contribuye con el 26% del rendimiento total del producto.

El 98% de los compuestos orgánicos generados por las plantas están constituidos por cuatro elementos fundamentales; carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno. Los primeros tres son tomados por las plantas directamente del aire y el agua, no se requiere la intervención del hombre para que las plantas se abastezcan de ellos, solo en algunas explotaciones intensivas bajo invernadero donde se aplica Dióxido de Carbono (CO2) para incrementar la actividad fotosintética.

El único elemento que se adiciona es el nitrógeno y existen dos maneras de hacerlo, la primera consiste en aplicar fertilizantes sintéticos que la industria produce a partir de un proceso llamado Haber-Bosch, en el cual, el  N2 y el H2 reaccionan juntos en condiciones de temperatura y presión elevadas para producir amoniaco NH3, a partir de este compuesto se elaboran la gran mayoría de los fertilizantes nitrogenados usados en la agricultura, las cantidades fijadas por este y otros medios químicos son muy inferiores a las cantidades totales fijadas naturalmente por los microorganismos, la fijación biológica total de nitrógeno a escala mundial, según CHATT (1976), es el orden de 172 millones de toneladas, que representan más del doble que la fijada por la industria química; con la ventaja de que esa fijación es gratuita, nos la da la naturaleza.

El nitrógeno es uno de los elementos más ampliamente distribuidos en la naturaleza está presente en la atmósfera (78 % es nitrógeno), hidrosfera y litosfera El suelo contiene solo una fracción minúscula del nitrógeno de la litosfera y de este solo una pequeña parte está disponible directamente para las plantas. Esta se da principalmente en forma de iones NO3- y NH4+ El nitrógeno es un elemento muy móvil que circula entre la atmosfera, el suelo y los organismos vivos.

De las 47 familias de bacterias, 11 son capaces de reducir N2 a NH3 y de las 8 familias de cianobacterias, 6 pueden efectuar esa función. Algunas de estas especies que fijan N2 viven libremente y otras viven mezcladas o introducidas en el suelo, algunas bacterias que viven libremente y destacan son Azotobacter y Azospirillum las que han llegado a fijar hasta entre 60 y 90 kg/ha. En las leguminosas la fijación del nitrógeno se realiza por diversas especies de Rhizobium bacteria que vive en el suelo.

Buenas plantaciones de trébol y alfalfa pueden fijar entre 100 y 400 kg de nitrógeno por hectárea.

El aprovechamiento óptimo del nitrógeno que la naturaleza pone a disposición para la actividad agrícola depende en gran medida de las condiciones de fertilidad del suelo, si existe un buen contenido de materia orgánica, 2.5 % como mínimo; un pH entre 5.5 y 7.5; y capacidad de almacenamiento de agua de entre 100 y 140 mm, temperatura entre 19 y 22 oC y contenido de otros elementos como fósforo, potasio, azufre, cobre, etc., la actividad microbiana será muy eficiente.

Fuente: Tierra Fértil.

 

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