Los camarones representan un importante recurso pesquero que ha crecido en los últimos años. El cultivo del camarón se inició a gran escala en diversos países del mundo en los años ochenta, a partir de entonces la producción ha ido creciendo hasta convertirse en la industria que es actualmente.
México es el séptimo productor de camarón a escala mundial, con una producción de 223 mil 965 toneladas en 2016; vive en aguas tranquilas, ya sean dulces o saladas, con una profundidad menor a los 50 metros, con fondos arenosos y rocosos; se alimenta de plantas, pequeños animales y suelen comerse entre ellos. Son de los pocos crustáceos que practican el canibalismo.
Sinaloa es el principal productor de camarón, su producción en 2016 alcanzó un valor de siete mil 232 millones de pesos; de los cuales cuatro mil 200 millones son por producción en acuacultura y tres mil 32 millones por captura.
Los camarones son unos de los animales que mejor se adapta a todo tipo de cambios en su hábitat, desde alteraciones drásticas en la salinidad, la temperatura o la proporción de compuestos nitrogenados del agua.
Septiembre, octubre y noviembre son los meses donde hay mayor disponibilidad de camarones en nuestro país. El SIAP, en coordinación con la CONAPESCA, utiliza tecnología satelital y drones para monitorear la pesca del camarón; vigilan algunas zonas de veda y de pesca en la costa de Sinaloa.
El volumen de la producción anual es equivalente a tres mil 751 veces el peso del meteorito Hoba (el más grande encontrado en la Tierra).