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Talan 18 mil hectáreas para plantar aguacate

Por el tipo de suelo y el clima que predomina en el Sur de Jalisco, los empresarios aguacateros han puesto sus ojos en esa región desde hace años. Este interés se tradujo en acciones que hoy pueden medirse, y en sólo un lustro (de 2013 a 2018), 18 mil 342 hectáreas de huertas de este árbol ganaron espacio a los bosques primarios y secundarios.

Para dar dimensión a esa cifra, equivale a 60% de la extensión del Bosque La Primavera (30 mil 500 hectáreas). La medición de este fenómeno fue hecha por académicos del Centro Universitario del Sur (CUSur) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), a través de la plataforma Landsat.

Fátima Housni, académica del CUSur, detalló que hay más huertas e invernaderos en otras zonas a las que no se les permitió acceso a través de la herramienta satelital.

Pese a que el valor de la producción agrícola de Jalisco fue de 57 mil 465 millones de pesos en 2018, al menos en la Región Sur este fenómeno ha cobrado factura. Erosión de suelos (lo que no sólo incide en pérdida de nutrientes, sino que abona al cambio climático) y riesgos de deslaves, como el que mató a cinco personas el mes pasado en San Gabriel, son dos ejemplos.

El titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (SEMADET), Sergio Graf, aseguró que, aunque son las instancias federales las encargadas de dar los permisos de cambio de uso de suelo, hace 10 años que éstos no se dan, razón por la que se interpondrá una denuncia que agrupe las pruebas de los municipios afectados.

“Estamos haciendo un trabajo de verificación plena de los predios que fueron resultado de cambios de uso de suelo y ya estamos por terminar nuestro paquete en la denuncia que ya no tardamos en hacer. Va a ser una sola en todos los municipios del Sur de Jalisco. Casi todos donde hubo incendios. Principalmente en Tuxpan, Ciudad Guzmán, San Gabriel y Mazamitla. Hay varios que se vieron afectados por el cambio de uso de suelo. La mayor parte fue para cultivo de aguacate”, explicó.

Las autoridades municipales de la región, por su parte, explicaron que el bajo precio de productos endémicos, como el  maíz y la caña, también ha influido en que las zonas agrícolas cambien el giro de sus cultivos para tener más ganancias.

“Aunque nos afecta a todos, las autoridades no han sabido frenar eso. A veces el municipio, por más que intente frenar, que tenga su reglamentación y cierta autoridad, si hay una instancia federal o estatal que les da el permiso, difícilmente puede luchar contra eso. A veces te puedes meter también en otros conflictos y en problemas hasta personales y la verdad es que, en estos tiempos, está difícil esa situación”. Ariana Barajas, alcaldesa de Gómez Farías.

Los municipios del Sur de Jalisco en donde frutos como el aguacate (y en los últimos años, berries y agave) han proliferado, afirmaron que los dueños de empresas “se aprovechan” de que a los agricultores de la región no se les paga tan bien por productos endémicos como el maíz o la caña, para rentar o comprarles sus tierras y cambiar el uso de suelo. Incluso algunos han extendido los cultivos a zonas forestales.

En Teocuitatlán de Corona, por ejemplo, el alcalde Carlos Hernández reveló que el cambio de vocacionamiento de las tierras ha ocasionado problemas incluso a la población, pues una localidad ya registró inundaciones menores.

Reconoció, a su vez, que “hay una laguna legal, porque ni los municipios ni el Gobierno lo están autorizando… pero tampoco lo están negando”. Guadalupe Díaz, alcaldesa de Zapotitlán de Vadillo, indicó que en esa localidad hay zonas a la vista de todos en donde claramente hay cultivos de aguacate no autorizados, y coincidió con su homólogo de Teocuitatlán en que “no hay un sustento legal que digan que no pueden sembrar ahí”.

Y a fin de reducir los daños, los ayuntamientos de la región afirman que emprenden acciones en conjunto con la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (SEMADET) para actualizar, o en otros casos, crear planes de ordenamiento para no permitir más cambios en zonas boscosas.

“Es complicado revisar hectárea por hectárea, pero lo vamos a hacer y vamos contra quien no lo tenga regularizado. No puede ser que, tras un incendio forestal, haya siembra de aguacate. Antes se cultivaba maíz, papa y jitomate; ahora 95% cambiaron por aguacate, berries y agave”, expuso Oscar Daniel Carrión, presidente de Sayula.

El problema es que hay muchos límites en su área de acción como autoridades municipales, pues, explicaron, los permisos y sanciones corresponden a las instancias federales.

El presidente del Consejo Agropecuario de Jalisco A.C. (CAJ), Jacobo Efraín Cabrera, sostuvo que aunque hay innovación en los procesos de producción, y que eso ha permitido que los cultivos sean altamente rentables, “no se está exento del riesgo de desorden. No están marcados los límites para el orden de uso de suelo y no hay sanciones para esto o para quienes tratan mal a sus productores”.

De acuerdo con Sergio Graf, titular de la SEMADET, dentro de la denuncia que se va a presentar por deforestación en el Sur de Jalisco se incluyen aproximadamente mil 500 hectáreas que cambiaron el uso de suelo, a pesar de que en los 10 últimos años no se han dado permisos para ello. “La administración pasada hizo un estudio y algunas denuncias a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y vamos a hacer la denuncia”.

Pese a que el incremento exponencial que han tenido los huertos de aguacates en los últimos años significa un riesgo para los suelos del Sur de Jalisco, los frutos conocidos como berries (fresas, zarzamoras, frambuesas y arándanos) también tienen sus secuelas. La principal: una amplia demanda de agua.

El acuífero que se usa para mantener estas plantaciones con vida se llama “Ciudad Guzmán” y distribuye líquido a los municipios de Gómez Farías, Zapotiltic, Tuxpan, Tamazula de Gordiano, Tecolotlán, Tonila, Concepción de Buenos Aires, Mazamitla y Ciudad Guzmán.

Y pese a que se encuentra sobreexplotado y en veda, los alcaldes de municipios como Gómez Farías, Sayula, Zapotiltic, Zacoalco de Torres y Ciudad Guzmán denunciaron que la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) continúa dando permisos a las empresas para perforaciones de pozos.

Esto ha provocado que los ayuntamientos tengan que realizar extracciones aún más profundas para que las localidades no se queden sin agua.

“Conagua se puso a dar permisos de perforaciones de pozos por todos lados y lo único que ha provocado es que sea un problema abastecer las comunidades de agua potable. Tenemos que hacer proyectos nuevos con más inversión para hacer perforaciones más profundas, ya que no se cuidó la sustentabilidad ni se preguntó si había algún pozo del Ayuntamiento cerca de los permisos que estaban dando”, detalló Javier Jiménez, alcalde de Zacoalco de Torres.

En el Sur del Estado, las empresas agaveras se han expandido. Sergio Graf, titular de la Semadet, señaló que trabajan con la Cámara de la Industria Tequilera y con el Consejo Regulador del Tequila para “poner freno a cualquier intento de cambio de uso de suelo para cultivo de agave”. En San Gabriel, por ejemplo, el alcalde Bonifacio Villalvazo informó que ya no hay cultivos de maíz. Lo mismo ocurre en Sayula y Teocuitatlán.

Tras el desbordamiento del Río Apango (conocido también como Salsipuedes) en San Gabriel, donde se denunciaron cambios de uso de suelo como uno de los factores que lo provocaron, otros municipios encendieron alertas e identificaron sus puntos de riesgo.

En Gómez Farías, por ejemplo, la alcaldesa Ariana Barajas destacó que, aunque aún no se han presentado deslaves significativos, hay una parte recientemente deforestada que está cerca de la carretera y donde hay riesgo de derrumbe. No hay viviendas cerca pero aclaró que, de ocurrir, afectaría la vialidad de la carretera estatal que comunica a Gómez Farías con Atoyac y con comunidades de la sierra.

Bonifacio Villalvazo, presidente de San Gabriel, detalló que el riesgo de que se vuelva a desbordar el Río Apango es latente. Sin embargo, ya se instalaron gaviones para contener si es que eso ocurre.

Por su parte, Edwin Romero, alcalde de Tuxpan, informó que para evitar el desborde de los cauces han instalado ollas captadoras para los cultivos y, además, se desazolvan ríos y arroyos.

“Los cambios de uso de suelo son la principal causa de la deficiencia en el acuífero Ciudad Guzmán, en la erosión, en la contaminación del agua y en problemas como (el deslave del mes pasado en) San Gabriel”, indicó la investigadora.

De acuerdo con un estudio realizado con imágenes satelitales de la plataforma Landsat, cruzadas con una fórmula de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), anualmente crece 27% el cambio de uso de suelo en 16 municipios del Sur de Jalisco: Amacueca, Atemajac de Brizuela, Atoyac, Gómez Farías, San Gabriel, Sayula, Tapalpa, Techaluta de Montenegro, Zapotiltic, Teocuitatlán, Tolimán, Tonila, Tuxpan, Zacoalco de Torres, Zapotitlán y Ciudad Guzmán.

La experta detalló que los huertos de aguacate son los que más han proliferado en la zona, pues en cinco años (de 2013 a 2018) se pasó de cuatro mil 785 a 23 mil 127 hectáreas de huertos de ese fruto. Los bosques primarios y secundarios son quienes han sufrido los nuevos cultivos.

Además, los invernaderos techados de berries, jitomates y chile morrón pasaron de  mil 588 a seis mil 657 hectáreas.

Apuntó que la solución es regresar a la agricultura tradicional y ordenar el territorio. “Debemos equilibrar la distribución de la tierra… si quieren una tierra a largo plazo. Aquí ya no se puede sembrar más porque hay problemas de erosión y la única solución es hacer un ordenamiento ecológico y aplicarlo”, detalló.

Jacobo Efraín Cabrera, presidente del Consejo Agropecuario de Jalisco A.C., indicó que quienes forman parte de la asociación deben tener sus permisos para el cambio de suelo, con el fin de evitar la deforestación y otros daños. “Y si no, sancionarlo. Hemos trabajado un plan de uso y ordenamiento del suelo para decir dónde, cómo y cuándo pueden producir cada fruta en conjunto con autoridades estatales”. Para saber qué acciones se tomarán por parte del Gobierno estatal, se buscó a Alberto Esquer, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, pero no hubo respuesta. (El Informador)

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